DOS MESES SIN LUZ
Con las prisas me había olvidado de enviarles un mensaje a mis padres, me dijeron que en sólo poner un pie en tierra ya tendría que estar enviándoles el mensaje, lo hago ahora:
Hola, papá, ¿cómo estás?, yo acabo de llegar, estoy en mi casa ordenando todo, estoy destrozada de viajar tanto, así que voy a saludar a Rob, dile a mamá que todo ha ido muy bien, que ya os visitaré otro día.
Un beso. Os quiero.
Kristen.
Con una sonrisa, cierro mi móvil. Bajo las escaleras a trompicones, me quito la coleta ya que aquí, no sé cómo, hace más frío que en Washington, me paso la pinta, cojo otra chaqueta ya que la otra está arriba y por último cojo mi bolso, no antes de poner las llaves y el móvil dentro de ella, también cojo la maleta, Rob me dijo que no me dejaría escapar rápido. Salgo por fin de mi casa, me pongo las gafas de sol, y entro en mi coche, me siento observada, no sé por qué. Me giro y no veo a nadie, deben ser imaginaciones mías, esto de volar creo que no hace nada más que fastidiarme todo el rato… Maldito jetlag.
Cojo mi queridísimo coche, llevo demasiado tiempo sin conducir y con lo torpe que soy, no creo que sea muy buena idea conducir así, pero ahora ya está decidido, voy a casa de Rob.
Cómo en los viejos tiempos, se me pasa el viaje lentísimo, sólo hago en pensar en lo que le diré y cómo reaccionaré.
Al llegar a su casa, mi estómago hace acto de presencia, otra vez ese cosquilleo intenso… Dejo atrás mis prejuicios y aparco el coche antes de que pase algo grave de verdad. Salgo fuera, se levanta viento. Un jardín, una casa hermosa, yo con los nervios a flor de piel… Respiro profundamente y voy a su encuentro.
Él me enseñó un truco para entrar por la puerta que daba al jardín sin ni siquiera tener que llamar, con una sonrisa entro dentro, ya estoy en su jardín, intento no hacer ruido, quiero darle una sorpresa… Mis intentos son fallidos, cualquier coche se oye perfectamente desde dentro, y el mío es demasiado reconocible…. Escucho un ruido, levanto la cara, alguien está abriendo la puerta, mi pulso empieza a acelerarse, continuo mirando…. Estoy haciendo un drama de todo esto, podría ir y picar la puerta como si nada, pero yo no soy así.
Ese alguien que abre la puerta es Rob, aunque estamos a quince metros de distancia, le puedo leer la cara, está más feliz que una perdiz, y yo estoy cómo si me hubieran quitado de encima un peso de doscientos cincuenta quilos…
Le he echado demasiado de menos cómo para caminar sin más, así que salgo corriendo hacia Rob, él abre los brazos en señal de bienvenida… Llego hacia él- parece que estamos haciendo la escena esa de Luna Nueva, con diferencia de que él no es un vampiro y que no estamos en Volterra- me río por dentro.
Lo abrazo con un frenesí que casi nos tira al suelo a los dos, pero él me abraza también. Hiperventilando cómo estoy le digo, mejor, le grito:
- ¡Rob!, Madre mía, no me lo creo
Noto como sonríe en mi oreja, me coge de tal forma que me levanta del suelo sin esfuerzo, entramos en su casa, cierra la puerta detrás de mí, seguimos abrazados, estoy en mi paraíso personal, le doy un beso en el cuello, hacía mucho que no olía su olor, estoy muy feliz por fin estoy en casa, por fin no estoy sola, después de dos meses sin luz, por fin, esa luz me ha deslumbrado.
Me suelta después de estar cómo mínimo cinco minutos abrazados, y me dice:
- ¡Kristen!, ¡eres tú!, te he echado muchísimo de menos…- me dice sonriendo
Vamos a su habitación, ya que quería enseñarme algo que le habían dado sus padres para mí, es un precioso vestido, me encanta, le sonrío mientras le juro que me lo pondré cuando vuelva a estar en la alfombra roja.
Se alegra que me guste y me sonríe, a veces creo que soy demasiado sensible, por qué empiezo a llorar de emoción, estoy muy feliz de volver a verlo.
Él me sonríe otra vez, también tiene los ojos llorosos, se acerca a mi lentamente, mirándome con ojos dulces, se acerca más… cierra los ojos, yo hago lo mismo y me besa lentamente, yo se lo devuelvo también con calma, estoy disfrutando muchísimo, nunca había disfrutado tanto dándome solo un simple beso. Nuestros labios se mueven sincronizados nuestras lenguas hacen lo mismo… me acerco más a él y le rodeo con los brazos, mi mano acaricia su cuello, su cabello, él pone una mano en mi espalda, nuestros labios se separan un segundo, me dice “Te quiero” le quería decir que yo también pero vuelve a poner sus labios sobre los míos, nos caemos sobre su cama, sonreímos pero no paramos de besarnos, después de unos segundos y después del mejor beso de mi vida, nos separamos, estamos estirados en su cama, uno enfrente a otro, abro los ojos, él me mira sonriéndome y le digo “Yo también te quiero”
Me coge de la mano y empieza:
-Po fin…-dice suspirando y acariciándome la cara
- Dímelo a mí…- le sonrío
- Por cierto, en Octubre empezamos a grabar Eclipse, ¿no?
- El día cuatro empezamos… tengo muchas ganas- sonrío
Él también sonríe:
- Tengo algo que contarte- me dice mientras me abraza apoyándome contra su pecho robusto, creo que ha estado en el gimnasio, antes no tenía tanto músculo…
- Dímelo- digo con curiosidad
- No sé cómo empezar…- dice pensativo
- ¿Que tal por el principio?- pregunto, sonriendo
- Vale, ¿ya sabes que yo adoro Londres, no?
- Todo el mundo lo sabe,…literalmente- le sonrío
- Ya sabes que estuve en Londres con mi familia- asiento- vale, pues me dijeron que te querían conocer todos…-dice lentamente
Yo me levanto de golpe, Rob se asusta, me quedo sentada en su cama presa del pánico, aunque sea un ícono público, soy bastante vergonzosa… enseguida me pongo nerviosa y no me salen las frases bien… cosa que Rob le encanta y no entiendo porqué…
- Cuando dices todos…- empiezo, siempre he sabido que Rob tiene familia numerosa
- Aún no he terminado- me dice cogiéndome del brazo, y otra vez abrazándome contra su pecho…
- Continua
- Cuando digo todos, me refiero a mis hermanos, y a mi familia directa, no te asustes - sonríe- mi hermana Lizzy está deseando conocerte
Nos quedamos unos minutos en silencio, yo pensativa, y el acariciándome la espalda, al final me dice:
- He pensado en pasar unos días en Londres juntos, quiero enseñarte mi tierra…- dice él pero yo le interrumpo
- Acabo de llegar Rob
- Déjame acabar
Suspiro pero le digo:
-Sigue…
- Vale, éste sería el plan -empieza- nos iríamos a Londres dentro de una semana, así puedes visitar a tus padres, y a quien quieras, entonces cogemos el avión, llegamos a mi casa, dormimos en mi casa, el día siguiente vendrían mis hermanos y mis padres, los conoces, y en una hora se van, tranquila, entonces por la tarde, unos amigos –dice riendo
- Otros amigos ingleses tuyos, ¿no?
- Si,…pues que dan un concierto, y me han invitado a mí…y a ti- dice
- Si que soy famosa en Londres, ¿no?- digo suspirando
- Lo eres en todo el mundo, por eso no te preocupes
- ¿Y cuánto tiempo nos quedaríamos en Londres?- pregunto
- Bueno, no mucho, tres o cuatro días a lo sumo- dice pensativo, mirando la pared de delante de nosotros
Asiento, pensando, sería guay visitar Londres hace mucho que no voy, solo me acuerdo de una vez cuando era más pequeña, y cuando estuvimos promocionando Crepúsculo por supuesto, me gustó mucho.
- ¿Ésa cara significa que si?- pregunta contento
- Me da igual dónde estemos, mientras estemos juntos- digo segura de mi misma
Me acaricia la mejilla, y me besa salvajemente, nuestras lenguas se acarician mutuamente, rodamos sobre su cama uno encima del otro, él besándome el cuello las comisuras de los labios y la clavícula, su cama está hecha un lío, la sábana está hecha una bola al final de la cama.
Rob está debajo de mí mirándome atentamente, levanto la cabeza y le miro los ojos, su mirada parece que arde en llamas. Nos reímos. Salgo de encima de él, me pongo a su lado. Empieza a quitarme la camiseta mientras se quita los zapatos, yo hago lo mismo con los míos.
- Echaba mucho de menos esto, y por supuesto te echaba de menos a ti- dice mientras se desabrocha su camisa
Se la quita, si, ahora veo que ha hecho abdominales, eso no estaba antes…
- Yo también, han sido dos meses realmente largos, he puesto de los nervios a Dakota- digo sonriéndole
- Te quiero, nunca lo olvides
Me quito mis pantalones rápido, él se desabrocha su cinturón y también se quita los suyos, nos quedamos en ropa interior y nos besamos otra vez.
- Eres extremadamente hermosa, ¿no te lo había dicho nunca?- me dice
- Muchas veces, pero gracias…- digo sonriendo
Sonríe, pero me besa otra vez, sin esperar.
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